lunes, 29 de julio de 2013

Deal with it, querida.

Una tiene la vida que elige tener. Frase condenadora si las hay, no? Y mentirosa! Si yo eligiera posta posta, elegiría ser alta y espigada como Valeria Mazza, con un corazón enorme y generoso como la Madre Teresa de Calcuta y rica como Bill Gates (estoy segura que hay alguien con mas plata que el, pero con ser como el me conformo). Y sin embargo acá estoy, siendo yo y nadie mas que yo. Cínica? Ponele. Conchuda? Nah, tal vez un poquito plastificada. Criticona? Con toda seguridad. 

Empece a escribir este blog en medio de un proceso de autodescubrimiento (mejor tarde que nunca, dicen por ahí  y me justifico con eso porque ya pisando los 30 estas revisiones me parece un mal necesario) que va marchando a pasos agigantados, casi como si tuviera las piernas largas, mira! Ya tenia ganas de dejar de vueltearme con las mismas excusas de siempre, aunque con un miedo de tirarme a la pileta que ni te cuento! Que pasa si no me acuerdo como nadar? Que pasa si directamente no se nadar??? Escondida detrás de todas esas premisas, me tenia un poco olvidada. Es fácil pasar por la vida viendo siempre el moco que se mandan los otros y haciéndome la superada -porque el resto del mundo se manda mocos todo el tiempo, es sabido, y siempre tengo la habilidad de estar ahí para verlo y restregarme las manos al sonido de mi risa perversa (muajaja muajaja)-. Yo era perfecta. Yo no me equivocaba. Y no podría jamas hacerlo, si yo se que es lo que hay que hacer, como hay que hacerlo y lo hago, cuchame!

"Me parece una ordinariez ser plenamente feliz", lo escuche una vez, en una radio que iba escuchando un tachero que me llevaba vaya uno a saber donde. Iban entrevistando a un personaje local, alguien que aparentemente ya había vivido una vida llena de aventuras y ahora podía decir, con propiedad, que a el no le hacia falta aspirar a la plena felicidad. Yo no se si aspirar felicidad sea una tarea a la que debamos abocarnos todos, las drogas no tienen los mismos efectos en todas las personas que las consumen! Personalmente, siempre envidie a esos neo hippies a los que la vida les sonríe todo el tiempo, que se visten con todo el ropero encima, llenos de color, amor, luz, amigos-hermanos del alma, guías espirituales y formulas mágicas para superar los miedos y los problemas económicos con abrazos y palabras hermosas. No les creo nada, ni siquiera el mal gusto para no combinar absolutamente nada de lo que tienen puesto.

Así y todo, un bienestar mas completo y mas enriquecedor es el motivo de búsqueda de todos, incluida la que escribe. Es un (puto) ejercicio cotidiano. El día que te lo olvidas, se te va todo al carajo. Es difícil  muchachos! Es difícil bajar un cambio, frenar la ira, mantener al Hulk a raya, y perdonar que ni los otros ni una misma sean perfectos y actúen en consecuencia. Claro, porque el odio y la envidia hacia los que viven "felices" viene de la manito con la imposibilidad de experimentarlo en carne propia. Sigo sin creerles, ami no me joden, pero sentirse bien con lo que se va eligiendo en la vida y disfrutarlo y encontrarse en un lugar bastante parecido a lo que describen como plenitud a veces viene bien.

Mi psicóloga me dijo que mis mambos vienen por exceso. No es que me falte nada, es que de todo me sobra! Me sobra autocritica, me sobran horas de pensar las cosas, me sobra conciencia de mi misma. Estoy segura que si le diera menos vueltas seria mas fácil verle la sonrisa a la vida y no pensar que es una mueca un tanto torcida, y que tiene un perejil entre los dientes y que se le nota el arreglo de la muela al fondo a la derecha, abajo.

También me dijo que no es necesario que termine todo lo que empiezo. Así que hoy este post viene sin ninguna conclusión  solo porque es parte de un ejercicio complejisimo (complejisisimo!) de flexibilizar y de permitirme que salga como salga. Y así salio, y así se los comparto. Manejate con lo que sos, Luciana, que con que a vos te guste ya vamos por buen camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario